Aprendizaje Cooperativo (II)
- sandrixmp
- 26 nov 2017
- 4 Min. de lectura
ORGANIZANDO EL AULA
Ahora que ya ha quedado clara la importancia de trabajar de forma cooperativa, se nos plantea el ejercicio de la semana de hoy: Organizar una clase de alumnos por grupos, teniendo en cuenta sus características individuales, para hacer trabajos de forma cooperativa. Para ello Nacho nos ha dado un listado con 22 alumnos (9 chicas y 13 chicos), con características personales de cada uno, como por ejemplo su nivel de capacidad y motivación o sus preferencias de con quién trabajar, para que nosotros decidiésemos cómo agruparles.
Y ésta ha sido la distribución de mi clase:

En primer lugar, he repartido a los 22 alumnos en 5 grupos (3 de 4 miembros y 2 de 5 miembros), ya que los grupos de 3 miembros me parecen algo pequeños para desarrollar ciertos tipos de proyectos, y los grupos de 4-5 personas me parecen más adecuados para asignar luego los roles dentro de cada grupo.
Establecido el número de grupos, he clasificado a los alumnos en 3 categorías (baja/intermedia/alta) teniendo en cuenta las notas de sus evaluaciones anteriores. He escogido este criterio y no la capacidad intelectual, porque me he encontrado alumnos con baja capacidad intelectual pero notas aprobadas (como Alejandro), y en cambio, alumnos con alta capacidad y notas muy raspadas (como Norma) o alumnos con capacidad media y las peores notas de la clase (Andrei). En todos estos casos, considero que el factor influyente es el nivel de motivación y cooperación, que en el caso de Alejandro eran altos y le han favorecido, y en los otros 2 casos ha sucedido justo lo contrario. Esto demuestra lo que ya hemos hablado en muchas sesiones: que todos los alumnos pueden tener éxito en los estudios si realmente se les motiva y se les apoya, y que por lo tanto, el nivel de motivación está más relacionado con el resultado académico que el nivel de capacidad individual.
Basándome en estas conclusiones, lo siguiente era incluir en todos los grupos una persona con buenos resultados académicos, una persona con malos resultados y otras 2 o 3 con resultados intermedios, intentando tener en cuenta como siguiente criterio de elección sus preferencias personales de con quién les gustaría trabajar, justamente por lo que hemos comentado de la motivación. Si tenemos en cuenta que estamos tratando con adolescentes, para los cuales la vida social y sus amigos son los pilares de su motivación personal, creo que trabajar con compañeros de sus preferencias les ayudará a trabajar más motivados, y por lo tanto, alcanzar mejores resultados.
También he tenido en cuenta que en ninguno de los grupos hubiese más de 1 persona con alto nivel de disrupción, para que no se perdiese el control del grupo. Además en cada grupo, el alumno con más dificultades o mayor nivel de disrupción será siempre el que esté sentado más cerca del profesor.
Aunque lo ideal habría sido formar los 5 grupos totalmente mixtos en género, he decidido finalmente hacer 3 grupos mixtos, otro solo de chicas y otro solo de chicos. El motivo de mi decisión ha sido la alumna Tamara, una chica con todos los niveles bajos, tanto de capacidad, como de motivación y cooperación, y en consecuencia, de los alumnos con peores resultados académicos. He pensado que en un caso como este, la única forma de motivarla es poniéndola a trabajar con sus 3 compañeras de preferencia, una de las cuales además es la alumna con mejores resultados y cuenta con altos niveles de capacidad, motivación y cooperación (Natalia). Es una buena oportunidad para que juntas se motiven y saquen lo mejor de sí mismas. Y claro, al haber menos chicas que chicos en clase, y haber puesto a 4 chicas juntas, queda finalmente otro grupo de solo chicos, pero me sigue pareciendo más importante esta clasificación a que el reparto sea 100% heterogéneo por sexos.
A todo esto, ¿y el profesor? El profesor es una pieza clave, ya que es el que tiene que enseñar a los alumnos cómo trabajar en grupo, cómo conocerse y cooperar entre ellos, puede distribuir los roles, y debe estar siempre accesible para resolver dudas. Por eso le he puesto en medio de la clase.
Por otro lado, había que asignar ROLES a cada miembro del equipo, así que estos son los que he establecido para mis clase.
Por un lado, los grupos se repartirán 2 tareas básicas:
- Rastreadores: serán los encargados de la búsqueda de información, sea en internet o cualquier otra fuente, y de seleccionar la más interesante.
- Creativos: serán los encargados de elaborar el material a mostrar o exponer (dibujos, murales, esquemas, diapositivas...)


Y por otro lado, cada miembro tendrá otra tarea complementaria:
- Coordinador: será el encargado de marcar los pasos del proyecto, las tareas a realizar cada día y el tiempo invertido en cada cosa.
- Revisor: será el encargado de revisar al final del día el trabajo realizado (faltas de ortografía u otros posibles fallos o errores detectados).
- Recolector: será el encargado de recoger el material utilizado y dejar todo bien colocado.
- Silenciador: será el encargado de mantener el grupo bajo control y moderar en caso de conflicto.
- Relaciones públicas: será el portavoz del grupo con el profesor u otros grupos, y el que expondrá el trabajo una vez finalizado.
Repartida la clase, y asignados los roles, ya solo queda ponerse a trabajar! Pero para evaluar qué tal ha ido el reparto de los grupos y el trabajo en equipo queda una última clave, y es el cuestionario de evaluación. Al finalizar cada trabajo cooperativo es importante que los alumnos se autoevalúen a sí mismos y evalúen a sus compañeros de grupo. De esta forma, podremos detectar cómo ha trabajado cada uno, si han cumplido con sus cometidos y podremos valorar si nuestro reparto ha sido efectivo y por dónde podemos mejorar la próxima vez.
Así que con esto me despido, hasta la semana que viene!
Comments